ejercicio 8: ¿Cómo diseñar el traje del otro a mi medida?

Del Tema: Características de los lenguajes verbal y no verbal.



Ya no más, beisbol ahí voy


Aquí estoy, otra vez, con los mismos juegos de siempre, mientras allá están ellos jugando como siempre. Aquí estoy, otra vez, pensando en lo divertido que es aquel juego que todos realizan, pensando en lo fascinante e interesante que es el beisbol.

Todos allá con sus manoplas y bates de beisbol. Todos riendo y presumiendo la victoria, sí, burlándose de aquellos que han perdido la batalla. Aquí estoy, otra vez, muriéndome de ganas por jugar.

Por fin, después de tanto tiempo, me animo a salir de la rutina. Con una gran sonrisa me dirijo a aquellos admiradores de tan curioso deporte. Con las mejores intensiones me acerco, y pregunto ¿Puedo jugar? Me miran asombrados y con una enorme sonrisa, me dice ¡claro, eres de los nuestros!

Todo marchaba bien, varios jugadores cayeron ante mi rapidez, los ponchados abundaban y todo parecía perfecto, hasta que el bate se presento a mí. Aquel acto parecía muy sencillo, pero la coordinación fallo, y la mala vista no sirvió. 1,2,3 ponchada, estas fuera, dijo aquel que me lanzaba la pelota. Yo no entendía había fallado.

Mis compañeros no me regañaron. Poco a poco mis equivocaciones ante el bate se hicieron cada vez más notorias. Lentamente mis amigos y compañeros de juego me desplazaban de su práctica. Ya no me querían en su juego. Ya no había ligar para mi.

Aquel rechazo fue por un tiempo doloroso, pero la tristeza no invadió mis ganas de jugar, pues el maestro había comprado un nuevo aparato para aquellos que deseaban jugar. En un principio no quería someterme a aquel artefacto de principiantes, pero vencer aquel rechazo me obliga ha aprender.

La mala experiencia se borraba de mi cabeza, mientras que la experiencia abordaba mi actitud y mi habilidad. De repente los rasgos de aquella chica inexperta desaparecieron y al ver mis compañeros de juego mis ganas de aprender, me aceptaron de nuevo en su juego de beisbol.